El náhuatl no ha desaparecido. Al contrario, actualmente más de 1,5 millones de mexicanos lo hablan; y la herencia azteca se ha vuelto un componente vital de la identidad mexicana y mexicano-americana, influyendo el trabajo de muchos escritores, artistas, e intelectuales contemporáneos. La flexible persistencia de la creatividad indígena tradicional facilita su combinación con prácticas artísticas contemporáneas. A los libros tradicionales en forma de biombo se superponen capas trabajadas con técnicas contemporáneas de grabado y collage, e imágenes indígenas están yuxtapuestas con escenas coloniales e iconos del pop.
Artistas actuales mexicanos y mexicano-americanos utilizan imágenes y técnicas aztecas tradicionales para explorar la vida contemporánea y la herencia cultural mexicana. El formato del biombo es un emblema de la cultura antigua mesoamericana, y se ha cargado de significado histórico y político. Artistas contemporáneos combinan este formato con imágenes humorísticas y provocativas para explorar la dinámica cultural y política de la identidad precolombina, la colonización de México y las relaciones actuales entre México, Europa y los Estados Unidos.
La reina Isabel de España decretó que los conquistadores no podían esclavizar a ninguna tribu indígena a menos que practicaran el canibalismo, por lo tanto la incidencia del canibalismo entre los indígenas puede haber sido extremadamente exagerada por los conquistadores. Chagoya alude a tales exageraciones yuxtaponiendo un venado atravesado por una lanza del Códice Borgia indígena con referencias europeas al canibalismo azteca. La caricatura francesa del personaje Asterix habla desde dentro de una fachada colonial decorada con versiones europeas de los aztecas dándose un banquete de extremidades humanas. Mientras cierra sus ojos con fuerza, Asterix se encuentra cegado ante el tema de su comentario.
Creado como respuesta al aniversario de 500 años del primer viaje de Colón, el Libro quemado utiliza el lenguaje poético para imaginar la destrucción de cientos de libros mayas en Maní, Yucatán en 1652, bajo las órdenes del Fraile español Diego de Landa. Como Landa relató en su Relación de las cosas de Yucatán, “…porque (los libros) no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos”. A pesar de acciones similares realizadas por los españoles en México colonial, las tradiciones indígenas de la producción de libros continuaron durante el colonialismo y varios libros prehispánicos han sobrevivido para influenciar a artistas contemporáneos
Newberry Library: Ayer PM4068.H47, (2-3, 4)
Mucha de la escritura náhuatl contemporánea está dedicada al análisis y preservación de la historia e identidad cultural mexicana, y la continuidad de la tradición literaria nahua. La palabra para poeta en nahua, xochitlajtouani, se refiere a la propensión del poeta de usar “habla florida” y al énfasis tradicional en la oralidad y recitación. La selección revela que la vida de un poeta azteca es un viaje creativo y espiritual.
Cortesía de Ellen T. Baird
La tradición otomí y nahua de dioses de papeles recortados en forma intrincadamente simétrica se integra a los libros en forma de biombo de amatl hechos a mano. El papel para las páginas y los recortes usados para la Historia de una vivienda está hecho de la corteza interna del árbol ficus y viene de la principal aldea productora de amatl, San Pablito, Pahuatlan (Puebla). Los recortes incluyen representaciones de dioses, como la “diosa del temascal (baño de vapor)”, y están emparejados con textos que sugieren ofrendas tradicionales para los dioses. Libros como estos demuestran la continuidad de las prácticas tradicionales en la vida cotidiana de los indígenas contemporáneos de México.
Donación de Ellen
T. Baird
Newberry Library
Usando un grupo de plantillas cortadas a mano que desarrolló a lo largo de un periodo de veinte años, el artista mexicano de Fluxus Felipe Ehrenberg construyó un códice en forma de biombo con imágenes de la vida mexicana contemporánea. La calidad formal de las plantillas es comparable a los elementos visuales utilizados en los códices nahuas—se pueden desarmar y recombinar para reflejar significados complejos. Ehrenberg diseñó el libro para ser leído de diferentes maneras, entre ellas como una novela policíaca y una partitura musical.
Compuesto de una serie de grabados de Chagoya, versiones textualizadas de la actuación de Gómez-Peña y la tipografía de Rice, el Códice Espangliensis hace un collage de imágenes tomadas de manuscritos indígenas, fuentes coloniales, y cultura popular contemporánea mexicana y americana. El tema de los encuentros culturales está representado a través de la confrontación del guerrero azteca con Superman y la Mujer Maravilla y también con la reacción de Minnie Mouse a una parte del Códice Borgia.
Cortesía de Ellen T. Baird
Sólidamente basado en el arte indígena y latinoamericano temprano, Las aventuras de los caníbales modernistas también mezcla una colección de referencias visuales a la cultura americana y francesa contemporánea. En esta representación del encuentro de las culturas francesa, mexicana, azteca y maya, Chagoya propone un tipo de “antropología invertida”, sugiriendo lo que posiblemente ocurriera si Europa hubiera sido colonizada por los indígenas americanos. Aquí Adelita, una referencia a las mujeres que tomaron las armas durante la revolución mexicana, enfrenta a un soldado francés y a Superman.